Falta mucho para Navidad y ya tengo que agradecer dos regalos (gracias, gracias, gracias), que son dos novelas negras. Y os preguntaréis: ¿a quién se le ocurre regalarme novelas negras a mí?
Pues a la editorial Sinerrata, que me ha hecho llegar en formato e-book El caso de la mano perdida, de Fernando Roye, con un investigador nuevo, de la Guardia Civil, que aterriza en el panorama de la novela negra española: el sargento Carmelo Domínguez. Bienvenido.
Todavía no he acabado de leerla, porque soy una lenta. Menos mal que hay gente que ya ha dado con ella y ha escrito cosas buenas en la red.
También ha tenido el detalle de enviarme un regalito la editorial Salamandra Black: se trata de La mujer de un solo hombre, de A.S.A. Harrison.
Como desde hace dos párrafos no ha cambiado mi situación y sigo siendo una lenta (algún día preguntadle a alguien si sabe cuánto tardé en leerme El rodaballo de Günter Grass), tampoco he podido terminarla. Así y todo, tengo elementos suficientes como para aventurar que asistimos al nacimiento de un subgénero: la novela negra para señoras, que mezcla asesinatos y crímenes con afrentas sexuales y conyugales.
¿Seguiré pensando lo mismo cuando acabe la novela? Pues no lo sé. Ya os contaré.
martes, 2 de diciembre de 2014
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