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jueves, 7 de agosto de 2014

Idolatría

«Michel era un veterano. Todo el mundo le conocía. Al parecer, en sus tiempos se había codeado con Patrick Eudeline, Johnny Thunders, Siouxsie y Lux Interior.

Tenía siempre un aspecto irreprochable y una actitud altiva, sexy, glacial y cultivada. Si Michel decidía que un disco era cool, la ciudad entera se quitaba el sombrero. Igualmente, si opinaba que una película era tonta, la ciudad entera la detestaba.

Fue capaz de hacer escuchar a todo el mundo un disco de Ganz Neit, un grupo local que había grabado durante veinte minutos los ruidos de un frigorífico. Si Michel decía que era lo más, lo era. »

Virginie Despentes: Bye, bye, Blondie
Éditions Grasset & Fasquelle, 2004
La traducción y la adaptación son mías.


La juventud se acaba cuando los Michels de este mundo se van de tu vida; o cuando dejan de impresionarte, que viene a ser lo mismo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Roger Wolfe: "Oigo girar los motores de la muerte"

Roger Wolfe es un tipo muy citado. Precisamente de eso lo conocía yo, de que otros intercalaban en sus escritos citas suyas, casi todas brillantes; de manera que, en cuanto vi Oigo girar los motores de la muerte (el título se me resiste; me sale "Oigo sonar los tambores de la muerte") en una librería, me lo compré y lo he ido leyendo muy a gusto en el transporte público.

Wolfe es conocido más que nada por su poesía; según la Wikipedia, tiene publicados trece libros de poemas, pero también seis obras narrativas y tres ensayos. Bueno, él los llama ensayo-ficción, género híbrido y apasionante donde los haya:

"El ensayo-fición es un saco en el que puedes meterlo todo. Una forma de reunir retales, que con frecuencia son lo más jugoso de una obra."
Entre otras razones, porque tiene la capacidad de difuminar los bordes de la realidad:

"Hoy en día ya no se sabe lo que es realidad y lo que es ficción. Se vive como más real lo que se ve en televisión que lo que pasa en la propia vida. (...) La realidad es lo que ves en la tele, y tu vida es sueño; o peor, una pesadilla."
A este género del ensayo-ficción pertenece Oigo girar los motores de la muerte.

Wolfe colaboró con Diego Vasallo en el disco-ibro La máquina del mundo. Vasallo puso la música, Wolfe los textos y ambos la voz. Os pongo un enlace a Youtube para que veáis algunas piezas y ya otro día os cuento más cositas de este libro.


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domingo, 4 de abril de 2010

Antirrecogimiento semanasantero

Son lo contrario del viernes santo,
las cornetas, los tambores y los hábitos nazarenos.
Son el antídoto contra Álex Ubago
y las canciones de amor italianas.
Esas falsas guitarritas,
esas diademas
centelleantes,
esas borlas, 
ese atuendo de faraón locaza,
esas coreografías descuidadas,
de discoteca de barrio un viernes
a las seis de la mañana
(sé de lo que hablo),
me alegran indefectiblemente el día
(la vida entera, si me descuido),
y no se me quitan las ganas de bailar.

Earth, Wind and Fire: Boogie Wonderland




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viernes, 2 de octubre de 2009

Total Khéops



El título de esta novela está tomado del de una canción del grupo de rap marsellés Iam. Dicen "khéops" porque suena como "caos" y significa, pues, "caos total".

El escritor, Jean-Claude Izzo (1945-2000), era marsellés de pura cepa: de madre española y padre italiano. Marsella es la tercera ciudad francesa en población, detrás de París y Lyon; Izzo no quiere que sea un simple decorado para su novela y la convierte en un personaje más. Defiende su esencia portuaria, sureña, tercermundista y mestiza, abomina de lo turístico y lo parisino y lo hace por boca de su alter ego el policía Fabio Montale, confesamente inspirado en Pepe Carvalho, que conparte con Izzo valores, ideología y pedazos de biografía.

Fabio Montale, excelsa excepción, es un policía antirracista. La novela se detiene una y otra vez a reflexionar sobre la inmigración, un asunto que me interesa y me preocupa, porque veo a mi alrededor crecer el racismo como la mala hierba, bien abonada por la estupidez, la ignorancia y el interés por que el mundo siga dividido entre bwanas y esclavos. Para haceros una idea, podéis leer estas durísimas palabras que Montale dedica al indolente, a quien permite que la bola xenófoba siga rodando cuesta abajo y se haga cada vez más grande:

Ni atisbo de rebelión en sus ojos. Sólo odiaba a los más pobres que él,
a quienes presuntamente le quitarían el pan: árabes, negros, amarillos. Jamás a
los ricos. Era el típico francesito medio. Ciudadano del miedo.
(La traducción
es mía)

 Montale tiene, pues, muchos enemigos. No sólo tiene en contra a la mafia marsellesa, la pègre (1), sino que también ha declarado la guerra a taxistas y a hijos de sindicalistas rojos, militantes o simpatizantes del Front National de Jean-Marie Le Pen, que en los barrios obreros de Marsella empata a votos con el Partido Comunista Francés.

Montale no cree en el sistema que lo tiene a sueldo e infringe a menudo sus reglas, pero no en beneficio propio, sino en el de sus protegidos, en el de los débiles. Él mismo dice que cada vez es menos poli y más educador de calle. Tiene abundantes toques quijotescos y de desfacedor de entuertos. Es uno de esos tipos que sabe que ha perdido la partida antes incluso de empezar a jugar, pero hasta para perder hay que saber batirse.

Montale narra en primera persona, con frases muy muy cortas y sintaxis ligera. Le gusta la música (en la novela suenan, entre muchos otros, Calvin Russel, Paolo Conte y, por supuesto, Iam) y como a sus ilustres colegas, la buena mesa; si Montalbano tiene a Adelina, Montale tiene a Honorine, una vecina que fusiona como nadie todas las cocinas mediterráneas.

A Total Khéops (1995) le siguieron Chourmo (1996) y Solea (1998), que componen la trilogía de Marsella. En español están en Akal.
De Total Khéops hay peli (con la pobrecita Marie Trintignant) y de la trilogía completa se hizo también una serie de televisión, Fabio Montale, protagonizada por Alain Delon, que no es precisamente de la misma cuerda ideológica de Izzo.
También podéis visitar la página oficial del autor: http://www.jeanclaude-izzo.com/


(1) Voy a repasar los nombres de mafias que me sé. Ya he escrito que la marsellesa se llama la pègre. La siciliana, cosa nostra. La napolitana, camorra. La calabresa, ndrangheta. La china, tríada. La japonesa, yakuza. La rusa, vori v zakoni. Se admiten correcciones y aportaciones.
Actualizado con las valiosas aportaciones de Sonia



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martes, 3 de febrero de 2009

Aguas turbulentas


Ian RANKIN: The Falls, 2001
Aguas turbulentas, 2007, RBA
Traducción de
Francisco Martín Arribas

Es lo último que he leído de Ian Rankin y su inspector Rebus. La novela empieza bien: una millonaria veinteañera desaparecida siempre es un buen comienzo. Tiene montones de ingredientes morbosillos y la acción queda muy centrada, muy focalizada, nada de dispersión: una víctima, una familia, un novio, un círculo muy pequeño, para que los lectores no nos perdamos entre datos y nombres, que hay novelas que son un verdadero embrollo, algunas de Rankin, sin ir más lejos, que a veces te pone, de entrada, sobre el papel, tres muertos y una se hace un lío, no porque sea tonta, corta de entendederas o de costosa retención, no; es que el argumento está embarullado, lo cual no tiene nada que ver con la complejidad conceptual.

Sea como sea, volviendo a Aguas turbulentas, dice Rankin en esta novela que al inspector Rebus lo que le gusta de su trabajo es "fisgar en las vidas de los demás, reflexionar y plantear preguntas". Y eso es precisamente lo que nos atrae de esta obra: que nos permite meter las narices en una vida que no es la nuestra, que no se parece en nada a la nuestra, porque es la de una muchacha de familia superacomodada de Edimburgo, que ¡oh, sorpresa!, también tiene sus miserias, su lado cutre, su parte invisible y tan desagradable que acaba en tragedia.

Al fisgón Rebus le sucede que, al convertirse en protagonista de saga de novelas, permite que los demás también fisguemos en su vida, en esa vida que a mí tanto me seduce, llena por completo de trabajo policial y vacía por completo en los días libres. Es curiosa la vida de Rebus, en ese apartamento tan grande para él solo y con esos ligues de tanto nivelito.

Dos cosas hay que no me gustan en la novela. Una es la muerte de su amigo el sacerdote católico, un episodio que no tiene que ver con nada, que queda como cabo suelto, como si en la editorial le hubieran dicho a Rankin que tenía que rellenar unas paginitas más o como si se hubiera hartado de repente del personaje y hubiera decidido matarlo sin más, porque sí.

Tampoco me gusta el malo de la novela. Ya tengo escrito por ahí que no me molan nada esos malos listillos, al estilo de los de Mankell, que hacen cosas teatrales y bobas. Menos aún me gusta que mi admirada Siobhan (pronúnciese "Choban") Clarke caiga en la trampa y se dedique a seguir su jueguecito idiota, sus pistitas falsas, para manejar a los polis como marionetas con su inútil inteligencia superior.

Y esto es todo lo que tengo que decir de la novela. Bueno, también que la banda sonora está muy bien: Mutton Birds, Van Morrison, Dr John, Mogwai, Hawkind, Janis Joplin... Es que este Rebus, baby, is a rocker.

Otro día os pongo unos párrafos selectos. Besos y hasta pronto.

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jueves, 3 de abril de 2008

Alhóndiga y literatura


La Alhóndiga es este bonito edificio de Bilbao que os he puesto en la foto, está al ladito de mi casa y lleva años, años y años en obras. Como su nombre indica, antaño fue un almacén de vinos y hoy se está convirtiendo en un centro multidisciplinar. En su página oficial encontraréis más información sobre este macroproyecto que me va a animar mucho el barrio.

La cosa es que durante años La Alhóndiga ha sido para mí una grandísima molestia: obras interminables, aceras suprimidas, calles estrechadas, ruidos, grúas que se balanceaban peligrosamente cuando había temporal, tráfico de camiones, vallas provisionalmente permanentes, movedizas e ubicuas... Pero todo llega y por fin veo la luz al final del túnel y un poco de meneo en forma de iniciativa literaria.

Del 15 al 27 de abril van a celebrar el festival Gutun Zuria (Carta blanca), sobre literatura epistolar. Van a participar escritoras y escritores como Juan Bas, Espido Freire, Jesús Ferrero, Toti Martínez de Lezea, Miren Agur Meabe, Vicente Molina Foix, Edo Popovic, Jordi Sierra i Fabra y Pedro Ugarte.

También va a haber exposiciones de cartas de escritores, cine (entre otras, veremos las pelis Carta a una desconocida , de Ophüls y Carta a tres esposas de Mankiewicz), teatro con la compañía Gaitzerdi y música y poesía con Mikel Urdangarin y Kirmen Uribe.

Eso sí, como las obras no están acabadas, todo esto no se va a hacer en La Alhóndiga, sino en el Aula de Cultura de la BBK de la calle Elcano. En fins.


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domingo, 15 de julio de 2007

Spike Lee en Vitoria

Va a ser una auténtica gozada. Este próximo jueves, 19 de julio, el mismísimo Spike Lee (¿tras los pasos de Woody Allen?) será el maestro de ceremonias en el concierto titulado "La música de Spike Lee", con motivo del Festival de Jazz de Vitoria. Cómo no, estará con él, a la trompeta, Terence Blanchard, su compositor e intérprete de confianza, que por algo han trabajado juntos en doce películas.

El jueves, en Mendizorroza, sólo interpretarán la música de seis: Plan Oculto, Malcolm X, Fiebre salvaje, Clokers, La última noche y, of course, Mo' Better Blues. Que no se queje nadie, que al mismo tiempo proyectarán fragmentos de las pelis.

No hace falta recordároslo, pero lo haré de todos modos: la música es uno de los muchos atractivos de los filmes de Lee, que nos ha regalado los oídos también con Public Enemy y Stevie Wonder y con el buen hacer de su papá, Bill Lee, contrabajista de jazz.

Para que vayamos abriendo boca mientras esperamos babeando a que el documental de Lee sobre Nueva Orleans y el Katrina se nos estampe en las pantallas.

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miércoles, 9 de mayo de 2007

Las canciones que fastidian al Frente Nacional

Se llama Sarkozy y ha inventado la inmigración selecta. Es la historia del hijo de un húngaro que quiere ser rey de Francia. Se llama Sarkozy y desciende de inmigrantes. Ésta es una de las cincuenta canciones francesas recopiladas por Baptiste Vignol en el librito Cette chanson qui emmerde le FN, que ha salido en ediciones Tournon y sólo cuesta diez euritos.

La intención de este buen hombre es poner en evidencia la "lepenización" del pensamiento en su país, la progresión del Frente Nacional a partir de 1982 y la derechización general de la sociedad francesa, que ha quedado más que clara en las últimas elecciones.

Algunos de los títulos no se cortan un pelo: La bestia ha vuelto se llama el disco de la foto, de 1999, de Pierre Perret, un elegante. Hay también piezas de grandes-grandes como Jean Ferrat o Renaud y de otros músicos menos conocidos que hacen rap y reggae.

Leo en Le Nouvel Observateur que las buenas intenciones del recopilador no han dado siempre con buenas canciones. Algunas han envejecido ostensiblemente, otras rezuman una superioridad moral grimosa y unas terceras rozan el mesianismo ridículo: Todos vivimos en el mismo país y se llama Tierra (La Tordue, 1995).

Y, para acabar, varias preguntas que esperan respuesta. ¿Por qué demonios nos llega tan poca música francesa? ¿Por qué llega más de Italia, si está más lejos? ¿Alguien se imagina una versión local de este librito?

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viernes, 20 de abril de 2007

Los Who tocan en Barakaldo

Nunca creí que escribiría una frase así y que fuera cierta.

Yo pasé mi infancia en Barakaldo, acompañada, entre otros, de The Who, de Roger Daltrey y de Keith Moon.
Luego nos separamos: yo me fui a vivir a otro sitio, Roger Daltrey marchó a rodar Tommy y Keith Moon se mudó al paraíso de los baterías locos.
Desde entonces ha pasado mucha agua bajo los puentes del Galindo y el Cadagua, que son los ríos que separan Barakaldo de Sestao y de Bilbao. Y décadas después, ahora, tenemos una cita otra vez en Barakaldo.

Yo no voy a poder ir: tengo otro compromiso. Se confirma que Keith Moon tampoco va: tiene que seguir en el más allá destrozando escenarios. Así que allí aparecerá Roger Daltrey solito.

Vas a ver, Roger, qué cambiado está todo.

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