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domingo, 14 de enero de 2018

Entre tanto

De septiembre de 2017 a acá he publicado muy muy poco en este mi humilde blogsito. Pero sí lo he hecho en otros blogs que también son (en parte) míos.

En concreto, he publicado en estos blogs estos artículos:

- En Doce Miradas, Ni putas ni sumisas.

- En Zinéfilaz, Mae West (1) y Mae West (2).

- En Calibre 38, Las maldiciones, El soborno, Escrito en negro

Como veis, no he estado ociosa. Disfrutad de los articulillos. Hasta pronto.

sábado, 14 de enero de 2017

Queremos tanto a Dorothy

El viernes 13 de enero me invitaron a decir unas palabritas en el acto de entrega de premios del Concurso de Cuentos "Noble Villa de Portugalete", en el que participo también como jurado, y yo me preparé una charleta, que me ha quedado emocionante y apasionada, sobre Dorothy Parker.
Os la copio aquí. A ver si os gusta.

Adiskideok, jaun-andreok, gazteok, agintariok...
Ongi etorria ematen dizuet nire lankide epaileen izenean ere bai.
Aurten niri egokitu zait sariak banatu aurreko berba apur hauek botatzea eta atsegin handiz egingo dut, aurtengo ipuinak irakurri bitartean, berehala jakin nuen-eta zertaz aritu nahi nuen.

Según leía los cuentos de este año me venía a la mente una y otra vez cuánto le debe nuestra narrativa actual al cine, me preguntaba cómo escribiríamos si no supiéramos lo que es el cine, hasta qué punto serían diferentes las escenas que dibujamos con palabras si no existieran las pantallas ni la narrativa cinematográfica en nuestras vidas.

Entonces, pensando en cine y en literatura me acordé de una escritora de cuentos que también escribió guiones para Hollywood, como muchas otras escritoras y escritores.
Me acordé de Dorothy Parker. Por si alguien no la conoce diré que nació en New Jersey en 1893 y murió en Nueva York en 1967.
Retomé sus cuentos y sus escritos y me volví a enamorar de ella.

Digo que me volví a enamorar porque ya me había enamorado otra vez hace unos años, cuando leí un volumen que recopilaba varias de sus historias breves, titulado “La soledad de las parejas”, título iconoclasta donde los haya y revelador del universo creativo de Parker.

Además de enamorarme, me propuse aprender algo de ella, obtener alguna enseñanza de su obra y, por qué no, de su vida, que fue intensa y llena de contrasentidos. Y pensé que había al menos cinco cosas que aprender de Parker.

Primera
Se puede triunfar en un entorno adverso.
Parker era de familia pobre, pasó una infancia terrible, muchas necesidades; perdió a sus padres muy joven. Según algunas fuentes dejó la escuela a los 13 años; según otras a los 18. Y ella misma decía en una entrevista a una periodista: “Si te contara mi infancia, no querrías estar conmigo ni en la misma habitación”.
Ella, que era muy víbora, muy hiriente y muy dura consigo misma, también dice que era una de esas niñas repelentes a las que les gustaba escribir y componer rimas.
Con 22 años consiguió vender un poema a Vanity Fair por doce dólares y luego la contrataron en Vogue. Volvió a Vanity Fair, de donde la despidieron por deslenguada. Así. Sin más. Y luego también escribió para New Yorker.


Segunda
Parker escribía como era y de lo que era y lo que vivía, lo que veía.  De su ciudad, NY, y de su gente; no se molestó en ambientar ningún cuento, por ejemplo, en China. Aunque sí ambientó uno en Valencia, donde estuvo durante la Guerra Civil Española. Se crio en Manhattan, apenas salió de una cuadrícula de calles y supo convertirlas en un territorio mítico. Porque entonces NY, Manhattan todavía no era el territorio mítico que hoy es. Dorothy Parker contribuyó a construirlo.
Era irónica, mordaz, sarcástica, cáustica, vitriólica, muy ingeniosa; tenía tendencia a la sátira y al humor. Y escribía así, como era. Le gustaban los juegos de palabras de esos que hacen las delicias de los traductores, pero que al traducirlos pierden toda la gracia. Le gustaban tanto que hasta puso uno en su epitafio.
No forzaba el estilo. Lo cultivaba: le llevaba 6 meses perfilar un cuento. Pero no lo forzaba. Forzar el estilo siempre es arriesgado. Hay quien lo hace genial, muy bien, pero tampoco es imprescindible.
Era contradictoria, así que podía ser jocosa, alegre y trágica a la vez. Y sabía captar las escandalosas contradicciones de lo cotidiano.
Escribía sobre sí misma. Puede decirse que toda su obra es autobiografía.

Tercera
No cultivó un solo género. Se permitía el lujo de desperdigarse, de experimentar. Bueno, en su caso, no fue por el mero gusto del experimento, sino por razones más bien alimenticias, pero la cosa es que escribió de todo. Versos satíricos para periódicos, un género muy en boga antaño y hoy ya prácticamente desaparecido; colaboró en obras de teatro para Broadway, guiones para radioteatro, guiones para Hollywood (con dos nominaciones a los Oscar) e incluso letras de canciones para musicales de Bing Crosby; críticas literarias y de teatro, que eran desconcertantes (nunca se sabía qué le iba a gustar y qué no) y, por supuesto, divertidas.
De toda su producción han perdurado mejor los cuentos, porque con ellos dio en lo clásico. Dio en el lado oscuro de la vida urbana del siglo XX. Son historias breves sobre tragedias intransferibles, gente desdichada, desventurada, heredera de la convulsión, que a la vez resultan cómicas, grotescas.

Cuarta
Cultivaba excelentemente la oralidad, lo verbal.
Sus cuentos eran puro diálogo, con nulo relleno, hasta el punto de que se han convertido en piezas teatrales breves. Tenía muy buen oído para captar las hablas neoyorquinas, la viveza, la gracia y la riqueza del lenguaje de la calle.
Y a mí esto me gusta, porque no entiendo la literatura sin el amor por la lengua.


Quinta y última
Lo que más me gusta de ella. Era sobria, ácida, incisiva y punzante. Que sabía dar donde duele, supo encontrar los puntos débiles, las flaquezas de su civilización. Sin ofender ni desagradar, pero haciendo lo que tiene que hacer el arte, que es sacudirnos, conmovernos, asaltarnos, desasosegarnos. Al menos así es la literatura que a mí me gusta, la que te provoca un respingo y te hace decir: ¡Uff, concho!

Y aquí es cuando, al hablar de lo que me gusta, me vengo arriba y declaro mi amor total, ya en plan fan girl, por Dorothy Parker, porque además de una gran escritora, es también una figura icónica, ética y estéticamente.
Adelantada a su tiempo, ecléctica. Combinaba perfectamente lo que algunos han llamado “un desmesurado pesimismo vital” con un ingenio que la hacía ser muy divertida.
Sabía derramar vitriolo y a la vez ternura y compasión por las tragedias personales.
Fue siempre pobre, pero vivió rodeada de cosmopolitismo y oropel.
Era pesimista y a la vez idealista. Fue una luchadora antirracista y legó sus bienes al movimiento de Martin Luther King. Precursora de lo que luego se llamó el “radical chic”. Sabía ser espeluznantemente frívola. Se le atribuye la frase: “Quiero vivir libre de ataduras; pero eso sí: con sombreros a la moda, y un buen servicio de habitaciones”. Porque nunca vivió en una casa, ni siquiera alquilada, sino en un hotel. En un hotel murió también.
Parecía, pues, una frívola, pero era una radical. Nada convencional y siempre elegante. Culta, refinada.
Era desdeñosa consigo misma, despreciaba su talento, pero no dejó nunca de cultivarlo para sentirse maravillosa, malvada y evanescente.
Era a la vez vital y autodestructiva. Decía: “Lo peor no es sufrir, sino dejar de disfrutar”.
Escribía sobre la desdicha y la infelicidad, y a la vez te hacía reir y te hace sentir culpable por reirte de la desgracia ajena, pero te sientes un poco menos culpable cuando comprendes que era su manera de aliviar su dolor. Era inmisericorde, pero la diana de todos esos dardos envenenados era ella misma.
Se adelantó a su tiempo, a los “haters” actuales, con una colección de poemas titulada “Canciones del odio”, donde dispara a diestro y siniestro como en una letanía, en lo que a caba siendo un tremendo ejercicio de humildad, porque quien expone sus odios expone sus flaquezas y no hay soberbia más grande que la de quien dice amar a toda la humanidad.


Dejó huella en la cultura popular norteamericana y, por tanto, occidental.
Se dice que inspiró el personaje de Carry Bradshaw en la serie “Sexo en Nueva York”.
Alan Rudolf le dedicó un largometraje y Prince, una canción: “La balada de Dorothy Parker”.
Uno de sus cuentos, “Big Blonde” fue seleccionado por Augusto Monterroso para su “Antología del cuento triste”.

Y este ha sido mi pequeño homenaje a Dorothy Parker y a su legado ético y estético.

Omenaldi xumea izan da, baina benetan bihotzekoa, eta espero dut, zuentzat, jakingarria. Besterik gabe, mila esker zuen arretagatik. Muchas gracias.

viernes, 22 de enero de 2016

1087 Sunset Boulevard

¿Os suena esa dirección de Los Ángeles? Pues claro. Es donde vivía Norma Desmond, rodeada de normas desmond, podrida de dinero y al mismo tiempo entre las ruinas de su decadencia. 

En Zinéfilaz he dedicado un humilde homenaje a las Normas Desmond de este mundo, que no solo habitan mansiones en California, sino que habitan también entre nosotras, renegando del presente y ancladas por su rencor en un pasado supuestamente esplendoroso.

Yo he conocido a más de una. Y me he jurado a mí misma no ser nunca así. 

Fuera como fuese, en Zinéfilaz tenéis mi cariñoso homenaje a su crepúsculo y a sus dioses. Amén.

jueves, 7 de agosto de 2014

Idolatría

«Michel era un veterano. Todo el mundo le conocía. Al parecer, en sus tiempos se había codeado con Patrick Eudeline, Johnny Thunders, Siouxsie y Lux Interior.

Tenía siempre un aspecto irreprochable y una actitud altiva, sexy, glacial y cultivada. Si Michel decidía que un disco era cool, la ciudad entera se quitaba el sombrero. Igualmente, si opinaba que una película era tonta, la ciudad entera la detestaba.

Fue capaz de hacer escuchar a todo el mundo un disco de Ganz Neit, un grupo local que había grabado durante veinte minutos los ruidos de un frigorífico. Si Michel decía que era lo más, lo era. »

Virginie Despentes: Bye, bye, Blondie
Éditions Grasset & Fasquelle, 2004
La traducción y la adaptación son mías.


La juventud se acaba cuando los Michels de este mundo se van de tu vida; o cuando dejan de impresionarte, que viene a ser lo mismo.

viernes, 14 de marzo de 2014

La noche americana

 (annyas.com)


Cuando ves La noche americana y, al final, con los títulos de crédito, se te pone una sonrisa boba, de felicidad, en la cara, sabes que el cine te tiene y tendrá atrapada para siempre.

Si quieres seguir leyendo este homenaje sentimental que he dedicado a La noche americana, pásate por Zinéfilaz. Allá nos vemos.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Jayne Mansfield 1967 en Zinéfilaz

Simon Liberati
Jayne Mansfield 1967
Éditions Grasset & Fasquelle 2011

 Según Mansfield, la palabra que mejor la definía era "crescendo".

Con esta cita comienza una novela que no parece una novela y a lo mejor ni siquiera lo es. Es uno de esos artefactos literarios pegados a la realidad que solo se llaman novela para evitar demandas judiciales; un género que se cultiva mucho en Francia y que a mí casi siempre me apetece mucho leer.

De Francia precisamente viene esta obrita deliciosa y tremendamente apetecible sobre ese monstruo mediático que fue Jayne Mansfield, de la que os hablo en Zinéfilaz.

Id allá a leerlo y, de paso, leed todo el blog de arriba a abajo, que mis compis valen mucho. Ya me contaréis. Hasta lueguito.

Otros artículos en Boquitas Pintadas sobre Jayne Mansfield 1967:
Menos de dos horas antes
Una gloria inmensa e inmotivada


sábado, 2 de noviembre de 2013

Una gloria inmensa e inmotivada

La carrera de Jayne Mansfield se basa en una estrategia defensiva desde el momento en el que se instala en una gloria tan inmensa como inmotivada.

Mansfield llena sus vacíos y cumple con su papel para compensar su falta de esencia. La impostora, la mitómana a la que una madre rígida y exigente había desenmascarado ya en la adolescencia, encuentra en el star system el remedio a su fracaso íntimo.

Todo suceso afectivo aporta material al espectáculo. Con sus miserias elabora fetiches y centenares de artículos de prensa que se acumulan para construir un monumento tan sólido que todavía hoy el nombre de Mansfield ha sobrevivido a los títulos de sus películas.



Simon Liberati
Jayne Mansfield 1967
Éditions Grasset & Fasquelle 2011

La traducción y la adaptación son mías.


Otros artículos en Boquitas Pintadas sobre Jayne Mansfield 1967:

Menos de dos horas antes

martes, 22 de octubre de 2013

Menos de dos horas antes




Menos de dos horas antes (menos de lo que dura un telefilm, menos de lo que duraban sus baños interminables) aquel despojo que yacía sobre el asfalto había estado cantando y bailando y había endosado un cheque de diez mil dólares.

Había comprado tres botellines de soda y había firmado un autógrafo a un admirador a la salida del restaurante The White Kitchen, en el condado de Slidell, Louisiana.

Menos de dos horas antes, Mansfield tenía ingenio, tenía alma, tenía una voz que sabía ser a veces suave y a veces fuerte. Hacía soñar a los hombres de cien países y provocaba conmociones en los aparcamientos de los restaurantes de carretera.


Simon Liberati
Jayne Mansfield 1967
Éditions Grasset 2011

La traducción y la adaptación son mías.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Poderosas y malvadas en Zinéfilaz


El otro día me topé casual y felizmente en la tele con Rebecca, me inspiró cuatro líneas, las titulé Poderosas y malvadas y las he publicado en Zinéfilaz.

Pasaos por allí si os apetece leerlas.

Hasta prontito.

viernes, 7 de junio de 2013

Thelma, Louise, Callie Khouri y yo





Quería escribir algo que no se hubiera visto nunca antes en el cine. Soy cinéfila y he crecido viendo papeles pasivos de mujeres que nunca conducían la historia porque nunca conducían los coches.

          Callie Khouri, guionista

Como veis, sin ninguna modestia me he colocado en el título, me he aupado hasta ahí y me he autonombrado protagonista porque quiero ver esta peli con mis ojos y a través de los de Khouri, contarla con mis palabras y ensuciarla con mis prejuicios, mis neuras, mis filias y mis fobias.

Así pues, quien espere rigor y objetividad en este articulito, que vaya a buscarlos a otro sitio.

Pero si, en cambio, te apetece leerlo, pásate por Zinéfilaz. Allá nos vemos.

jueves, 28 de marzo de 2013

Anhedonia

Así es el ser humano, así soy yo: en invierno añoro el calor y en verano, el frío. Cuando estoy en la ciudad, me apetece el verde del campo y, una vez entre flores, echo de menos una buena película en versión original. Como si me repugnara ser completamente feliz.

Alicia Giménez Bartlett
Nadie quiere saber
Destino 2013

“It's not that Allen is unable to enjoy himself (though he did want to title "Annie Hall" "Anhedonia," which means the inability to experience pleasure); it's that he's convinced the moments don't add up to redemption.”
Newsweek: Take the Bananas and Run







viernes, 19 de octubre de 2012

Filadelfia, Pensilvania

En verano pasé una larga temporadita en los Estados Unidos de América, donde, como sabéis, no se puede dar un paso sin que algo te recuerde a una peli. Una espera que esto le suceda en ciudades grandes como Nueva York, Washington o Chicago. No lo espera tanto, en cambio, en sitios más pequeños, como Boston o Baltimore, pero sucede, vaya que si sucede, y a mi me sucedió especialmente en Filadelfia, la gran ciudad del estado de Pensilvania.

 Os lo cuento todo en Zinéfilaz.

viernes, 6 de abril de 2012

Resucito en viernes santo


No espero al domingo para resucitar porque en Zinéfilaz publicamos los viernes, sean santos o laicos, qué mas da.

Tampoco esta vez me ha dado por la originalidad y os he puesto cuatro cosas sobre Ben-Hur, ese clásico navideño y semanasantero que tanto me ha hecho siempre disfrutar.

Con ello, como os digo en Zinéfilaz, quiero homenajear al péplum y a su perversidad y a Charlton Heston, ese machote que salió medio en bolas y encadenado en tantas películas.

Pues nada, gente, esperando volver próxima y regularmente a sus pantallas, he aquí mi invitación a visitar Zinéfilaz y gozar un rato.

Os beso. Muac.

jueves, 1 de marzo de 2012

Polisse y el star system francés

Polisse, Francia 2011. Dirección: Maïwenn.  Interpretación: Karin Viard (Nadine), Joey Starr (Fred), Marina Foïs (Iris), Nicolas Duvauchelle (Mathieu), Maïwenn (Melissa), Emmanuelle Bercot (Sue), Frédéric Pierrot (Baloo), Sandrine Kiberlain. Guion: Maïwenn y Emmanuelle Bercot. Producción: Alain Attal. Música: Stephen Warbeck. Fotografía: Pierre Aïm. Montaje: Laure Gardette. Diseño de producción: Nicolas de Boiscuillé. Vestuario: Marité Coutard.

La peli

En la edición de 2012 de los Premios César Polisse era la peli que tenía más candidaturas, 13 en total, pero al final solo se llevo un César, el del mejor montaje. Además de las bendiciones de los César, Polisse ya venía bendecida por el Premio del Jurado del Festival de Cannes.

Polisse merece mucho la pena: tiene un buen guion,  interpretaciones sólidas, diálogos que suenan bien incluso doblados, una narración viva e ingredientes suficientemente atractivos, como, por ejemplo, un lado duro, muy duro, y un lado frívolo, ligero, muy bien combinados.


El lado duro, muy duro: casualidades de la vida

Polisse narra el día a día de la Brigada de Protección de Menores de París, que se desayuna cotidianamente con criaturas abusadas, malratadas, golpeadas, violadas, abandonadas... La casualidad de la vida de la que os hablo es que, como os conté en mi post anterior, estoy leyendo a Maud Tabachnik y la novela que tengo entre manos, El quinto día, también va de pedófilos de todo pelaje: redes de tráfico de menores, gentes poderosas con mucho vicio y psicópatas peligrosísimos.

Menos mal que Polisse sabe dejar a ratitos de lado este universo sórdido capaz de ennegrecerle la vida a cualquiera y tiene también...


El lado frívolo: Anatomía de Grey en la comisaría

Las y los polis tienen vidas privadas tumultuosas y rolletes más o menos intensos dentro y fuera de las oficinas. Pero la cosa no queda ahí, porque me he puesto a leer cositas sobre la directora, actrices y actores y, como suele suceder, la realidad supera a la ficción.

Así que, como en otros muchos blogs podréis leer magníficas y sesudas críticas sobre esta peli, Boquitas Pintadas os ofrece en exclusiva el lado pípol, rosa, couché, amarillo y chafardero. Disfrutémoslo.

La directora y guionista de Polisse es Maïwenn Le Besco. Desde niña ha trabajado como modelo y actriz de cine y de teatro. También ha escrito para el teatro y el cine y ha dirigido cortometrajes. Polisse es su tercer largo. Además de haber escrito el guion y dirigir, interpreta a la fotógrafa Mélissa.

Maïwenn Le Besco en el papel de Mélissa

Ahora que no nos oye nadie os contaré que Maïwenn (la llamo por su nombre de pila no porque tenga confianza con ella, sino porque últimamente no firma su obra con su apellido) tenía dieciséis dulces añitos cuando se casó con el director Luc Besson. Fueron felices, comieron perdices, tuvieron una hija que también es actriz y, cuatro años después, durante el rodaje de El quinto elemento, Luc (bueno, ya me tomo confianza con todos) se prendó de Milla Jovovich y se separó de Maïwenn.

Maïwenn se deprimió bastante, se fue a vivir a Los Ángeles, volvió a Francia, escribió e interpretó teatro y en 2002 se casó con el empresario Jean-Yves Le Fur, viejo conocido del papel couché porque allá por el siglo pasado tuvo un lío con Estefanía de Mónaco.

Años después, durante el rodaje de su segundo film como directora, Maïwenn conoció, también en el sentido bíblico, al rapero Joey Starr, un tipo que tiene un currículum de delincuente más intenso que como músico o actor, el cual incluye episodios de lo que en Francia llaman "violencia conyugal"; además, milita en la extrema izquierda y participó como artista invitado en la sexta edición de Star Academy, que es la Operación Triunfo francesa.


Maïwenn y Joey muy guapos en el sofá de su casa

Joey fue durante años pareja de Béatrice Dalle y, como digo, trabajó con Maïwenn en su segundo film, se emparejaron y Maïwenn volvió a ficharlo como actor para el tercero, Polisse, donde interpreta a Fred, un poli con mala leche, mano larga y bastante ligón. Resulta que en ambas pelis Maïwenn y Joey son, también en la ficción, pareja. Pero nada es eterno, amigas, y tras el rodaje de Polisse, se separaron.

Para completar esta ensalada, os contaré que tiene un papel secundario en Polisse el guaperas de Anthony Delon, hijo del ínclito Alain y también exnovio de Estefanía de Mónaco.

No sé qué hace Ana Rosa que no me contrata.

viernes, 17 de febrero de 2012

Hierro azul


 

¡Hola!

Hoy me toca publicar en Zinéfilaz y he decidido dedicar la entrada a una de mis ídolas de siempre, la Baronesa Thatcher, y a ese curioso biopic sobre ella que todavía se pasea por las carteleras.

Pasaos por Zinéfilaz a leerlo. Os beso. ¡Muac!

viernes, 30 de diciembre de 2011

Un vasco en Hollywood

De ilustre familia vascofrancesa, Harry d'Arrast trabajó en Hollywood con Chaplin, dirigió ocho películas, se enemistó con todos los productores de la época y se retiró a su castillo francés como un noble arruinado.  

Os cuento su historia en Zinéfilaz.

Y, de paso, os deseo


Urte berri on
Feliç any nou
Feliz ani novo
                                         Bonne année

                                         Happy new year
                                         Frohes neues Jahr
                                         Buon anno nuovo


viernes, 11 de noviembre de 2011

El cine según Hitchcock

Hola, gente.

Ya aterrizada, en varios sentidos, en casa, en el trabajo y en los quehaceres blogueriles, hoy me tocaba publicar en Zinéfilaz y me he ido a lo fácil: a poner cuatro letras sobre este libro, El cine según Hitchcok, escrito por un adorador de Alfred Hitchcock llamado François Truffaut, que, como ya os he dicho alguna vez, creo que debería ser lectura obligatoria en enseñanzas medias en todo el mundo occidental.

Es pecado no haberlo leído. Bueno, no, venga, seamos positivas. Si no lo has leído y te gusta mínimamente el cine, léelo. Si ya lo has leído, léelo otra vez, porque seguro que vuelves a sacarle jugo. En ambos casos disfrutaréis como animalillos.

Bueno, leed el libro y, por supuesto, leed lo que he escrito en Zinéfilaz.

Allí nos vemos. Agur.

sábado, 25 de junio de 2011

In memoriam

Michael Jackson
19 de agosto de 1958 - 25 de junio de 2009

"Jackson ha llevado el ideal del morphing a su más alto grado de absurdo y perfección. Utilizó todas las tecnologías corporales disponibles, desde el disfraz hasta la cirugía estética, desde los videoclips hasta las transformaciones por ordenador, para remodelarse, modificando los marcadores de la edad, del género y de la raza. Es el emblema del mestizaje identitario que se presenta como el ideal-tipo del nuevo mundo global."
Christian Salmon: Kate Moss Machine


"Su cuerpo en perpetua transmutación interpreta y reinterpreta los problemas de raza, la generación y género. Jackson se metamorfoseó en una criatura ni blanca ni negra, ni macho ni hembra, ni hombre ni mujer, ni vieja ni joven, ni humana ni animal, ni personaje histórico ni figura mitológica, ni homosexual ni heterosexual."
Donna Haraway: Manifiesto cyborg




miércoles, 27 de abril de 2011

Kate Moss Machine

"Es justamente una figura hueca lo que la leyenda necesita para dar forma y vida a nuevos personajes continuamente."

 
 
Foto: Retrato de Kate Moss por Lucian Freud.
 

"Kate Moss es completamente ordinaria. Es lo que la hace extraordinaria."

"La biografía no ayuda en absoluto a comprender a una persona que se ha convertido en fenómeno social, puesto que ella misma es una construcción social."

 
Foto: Marc Quinn y su estatua "Sirena", con Kate Moss de modelo.
 
"Moss vive una intimidad sobreexpuesta, como si fuera su testigo y su voyeur. Un dispositivo ampliamente utilizado por los reality shows, una experiencia a la vez improvisada y escenificada, medio interpretada y medio vivida, que empuja a hacer un uso estratégico de uno mismo bajo la mirada de los demás."

Christian Salmon: Kate Moss Machine
Península, 2010
Traducción de Inés Bértolo