jueves, 26 de julio de 2012

Bye, bye, me voy


Pues sí, queridas y queridos. Los mismísimos United States of America reclamaban mi presencia desde hacía tiempo y, como no saben esperar, they can't wait, allá que me voy por un tiempito.

Y, claro, os preguntaréis qué demonios, what in the hell, voy a hacer allí. ¿Acaso me necesita Obama en su campaña? ¿Reclama compañía la infanta Cristina? ¿Tendré una aparición estelar, as guest star, en la cuarta temporada de The Good Wife? ¿Precisa Woody Allen clases de español? ¿Precisa Urdangarin clases de euskera?

No, no, no. Como soy una working girl, tengo el tiempo limitado y no puedo satisfy a todo el mundo ni visitar tooooodos los estados, no. Solo me dejaré caer por Washington, Philadelphia, Nueva York, Boston y Chicago, que ya sé que son ciudades, ya; I don't know so much geography, pero tanto como eso... Y también he reservado unos diítas to walk around sin rumbo demasiado fijo por la Costa Este.

Así que, ya saben, as usual, acepto recomendaciones de todo tipo sobre qué hacer, what to do, en todos esos sitios.

Seguro que tendré muchas cosas que contar, a lot of things to talk about, y que estaré deseando contarlas. Os tendré, pues, al tanto de mis andanzas. 

Hasta prontito. Meet you soon!

domingo, 22 de julio de 2012

El quinto día

Maud Tabachnik: Le cinquième jour (El quinto día), 2001

Quien no puede vivir en Nueva York, no puede vivir en ninguna otra parte.

Maud Tabachnik es francesa, escribe en francés y, como ya os conté, ambienta todas sus novelas en los Estados Unidos de América. El prota de El quinto día, por ejemplo, es Stan Levine, neoyorkino, judío y capitán de la policía de su ciudad. Se me hace rarito leer en francés una novela que discurre por el Bronx y la Quinta Avenida, pero eso le da a su vez un toque pulp tierno y agradecible.

Su esposa, Sarah, es publicista y feminista, así que el hombre sufre mucho con los machitos de su departamento y se pasa el día sermoneándolos y explicándoles, en plan Barrio Sésamo, la diferencia entre un marica y un pederasta.

Precisamente se enfrenta Levine a un psicópata que secuestra niñas y no sigo contando lo que hace con ellas, primero, porque no quiero desventrar la novela y, segundo, porque ya sabéis que no me gusta la truculencia.

Así que el bueno del capitán se ve obligado a repasar los bonitos currículos de gente como Jeffrey Dahmer, el carnicero de Milwaukee, y tiene que enfangarse en ambientes de prostitución de menores y tráfico de seres humanos y vérselas con un concejal con debilidad por las criaturitas y otros respetables ciudadanos con dobles o triples vidas.

Pero, en fin, no todo es gore ni ascazo en El quinto día. Tabachnik a ratos se enciende con arrebatadas descripciones de Nueva York, sus barrios populares, sus edificios característicos, el calor peliculero...

¿Qué es en realidad Nueva York? ¿Ese barrio privilegiado de artistas cool y tiendas de moda? ¿O Alphabetville con sus calles desgarradas y sus perceptores de subsidios? ¿El Soho que se vanagloria de imponer sus tendencias en el mundo entero? ¿Bovery y sus sintecho? ¿Broadway que se engancha con la calle 42 y sus sex shop sórdidas? ¿Los vendedores de diamantes de la 49 con levita negra y sombrero de piel? ¿Wall Street, Harlem, el Bronx, Queens? 

Y, de propina, vais a aprender un montón sobre la historia del canibalismo. No os escandalicéis, que nuestros insignes antepasados de Atapuerca ya lo practicaban.

martes, 17 de julio de 2012

Los buenos suicidas

Quiero dar las gracias a Random House Mondadori por hacerme llegar un ejemplar de Los buenos suicidas, de Toni Hill.

Toni Hill, a pesar del apellido que lo emparenta con el ínclito Benny, es catalán de Barcelona, licenciado en psicología y traductor, así que solo por eso, por ser traductor (bueno, por ser licenciado en psicología tambien), ya me cae simpático. Así soy yo de generosa con mis afectos.

A Toni Hill lo conoceréis por ser el autor de El verano de los juguetes muertos, que salió el año pasado y tuvo una buena acogida de público y crítica. Leed, si no, lo que escribía sobre la novela el no menos ínclito Ricardo Bosque en Calibre 38.

En El verano Toni nos presentó a su inspector, Héctor Salgado, mosso d'esquadra, medio catalán medio argentino, divorciado, deportista y fumador.

Ahora, en Los buenos suicidas, Salgado comienza teniendo que hacer frente a la desaparición de su exmujer, que ya es comienzo.

Le he leído por ahí en alguna nota de prensa a Toni Hill que los buenos suicidas son los que no se suicidan. No estoy de acuerdo. Yo creo que son los que hacen que parezca un accidente.

Seguiremos informando.

viernes, 13 de julio de 2012

Cultura Mainstream.


Frédéric Martel:
Cultura Mainstream. Cómo nacen los fenómenos de masas
Taurus, 2011
Traducción de Núria Petit Fontserè

El periodista y sociólogo francés Frédéric Martel (en la foto de abajo) analiza en este libro el predominio de la cultura estadounidense y sus estrategias de difusión. En consecuencia, además de echar un profundo vistazo a la música, la tele y los best sellers, dedica varios capítulos al cine.


He leído con mucho gusto cómo Hollywood se globaliza, cómo las finanzas tienen cada vez mayor peso en las productoras (¡menuda sorpresa!), cómo para muchos productores Internet es veneno y, sobre todo, cómo hoy en los USA las salas de cine tienden a ubicarse en la periferia de la periferia; o sea, no ya en la suburbia, sino en la exurbia.

Martel es sociólogo y se le nota.

Entre tanta cosa interesante no sabía qué destacaros, he empezado a escribir este post tres veces y, a la cuarta, me he decidido por resumiros cómo se organiza la campaña comercial de un largometraje de Hollywood. Preparaos para flipar.

Pero eso será en Zinéfilaz. Allá nos vemos.