domingo, 29 de agosto de 2010

En el candelabro

¿Salgo en la portada del Vogue? ¿Del Vanity Fair? ¿Del Newsweek? ¿Soy Woman of the Year según la revista Time? ¿Me ha citado Gabilondo? ¿Me entrevista Jorge Javier en Sálvame Deluxe?

¡No! Es mucho mejor que todo eso. El gran Mak Makgregory, el Buscaimposibles, el dueño y señor de De todo un poco, me somete a su cuestionario maldito en el excelso Blog de blogs.

¿A qué más puede aspirar una humilde bloguera?


Technorati tags

viernes, 27 de agosto de 2010

Cuarta y última crónica cazallera

Cosas buenas y malas de vivir en un pueblo

Los domingos no llega el periódico hasta las diez y media de la mañana. Tampoco hay dónde comprar el pan, excepto en una sola tiendita.

No hay supermercado grande con aparcamiento en las afueras. Hace las veces de hipermercado una gasolinera. A juzgar por lo que se llevan algunos un sábado, yo diría que hacen allí la compra de la semana.

No hay restaurante chino. Tampoco hay bazar chino, pero sí una nave industrial en el polígono.


En un bar resulta que sólo tienen latas de Seven-Up.

Después de comer, las calles se vacían y no vuelven a animarse hasta las nueve de la noche. Entonces se abren las puertas de las casas para que entre el fresco y servidora de ustedes, que es fisgona y cotilla, echa un vistazo para quedarse embobada con los patios y los azulejos.

También entonces sacan las señoras las sillas a la calle, pegaditas a su puerta, a su pared y a su casa. Que no se diga.

Decidan ustedes cuáles son las cosas buenas y cuáles las malas.

Y con esto me despido de Cazalla de la Sierra. Ha sido un placer.


Technorati tags

miércoles, 25 de agosto de 2010

Tercera crónica cazallera

Cuando salgo a correr por las mañanas, tengo que vérmelas con legiones de perros. En este pueblo se estila el perro grande que tiende a caballo. Gracias al cielo, suelen estar en sus fincas cerradas y, cuando me oyen trotar, se lanzan como posesos contra las verjas ladrando y dando cabezazos. Juro que, si un día me encuentro la cancela mínimamente abierta, retrocedo y me dedico a dar vueltas sobre mí misma, como los tigres enjaulados.

Menos mal que luego me encuentro con Furia. Es una yegua que tiene todo un amplio prado para ella y está muy solita. El nombre de Furia se lo he puesto yo, más que nada porque no me sé otro nombre de caballo y no la voy a llamar Rocinante ni Babieca.

Un poquito más allá está la finca global. La llamo así porque es como un zoo gratuito. Tiene de todo: perros, caballos, jabalíes, cerdos negros de tamaños variados, ovejas, pavos reales... Sospecho que el fin del mundo está cerca y han empezado a reunir una pareja de cada especie.

Y, como veis en la foto, también las aves son una amenaza. Esto es la jungla.

Technorati tags

sábado, 21 de agosto de 2010

Segunda crónica cazallera

Amanece tarde aquí en Cazalla. A las ocho de la mañana el sol todavía no ha superado un cerrito que está frente a mi casa y poco antes es todavía de noche. No hace falta, pues, matarse a madrugar para desayunar y salir luego con la fresca a hacer unas carreritas. Puedo elegir entre la carretera que va a la ermita de Nuestra Señora del Monte o la que va al cementerio. La primera es más bonita y la segunda, más tranquila.

Para compensar, anochece también tarde; y despacio, así que el cielo tiene tiempo de probarse varios tonos de azules y grises hasta decidirse por el negro. Yo creo que lo hace para que la gente pueda salir de sus casas poquito a poquito, sin agobios, sin aglomeraciones, con calma, que tenemos toda la noche por delante.

Le cuesta a Cazalla animarse de noche. Al final se anima, pero qué largo se hace hasta que empiezan a florecer las terrazas en las calles. Y no digamos hasta que abren las cocinas y puede una tomarse un bocao.

Lo mismo sucede en los pueblos de los alrededores. A las ocho de la tarde-noche todavía están desiertos y los tiovivos de las ferias, parados, esperando a que lleguen las criaturas con sus moneditas.

Una alternativa tranquila y fresquita es meterse en una iglesia y estudiar las vírgenes, que es un campo que tengo poco trabajado, en comparación con el de los santos.

Technorati tags

jueves, 19 de agosto de 2010

Crónica cazallera: La lluvia en Sevilla

Querido público:
Por fin me siento frente al teclado a poneros unas líneas, que más que líneas van a ser fotitos, para que veáis qué bonito es este pueblo que me acoge y que ha tenido incluso el detalle de llover y tormentear un poco para que me sienta como en casa.

Esta es una de las iglesias del pueblo. En su parte de atrás alberga el mercado. El campanario es típico de la zona.
 Otro ejemplo de equipamiento religioso reutilizado: el convento de San Agustín es ahora una fábrica de anisados. Al anochecer hay calles que huelen a anís.

Una actuación mañanera de la banda de música.

Bueno. Esto es todo de momento. Ya os contaré más cosas próximamente.


Technorati tags

viernes, 13 de agosto de 2010

Cazallera


Pues sí, señoras y señores, de hoy en adelante soy oficialmente cazallera, porque, según la RAE, cazallero, -a es: 1. Natural de Cazalla de la Sierra. Y 2. Perteneciente o relativo a esta población de la provincia de Sevilla, en España. Y dentro de poco yo tendré una estrecha relación con Cazalla, así que soy cazallera.

Le falta a la RAE una definición de cazallera, precisamente la más importante y extendida. Sería más o menos así: Aplicado a la voz, dícese de la aguardentosa, pastosa y rasposa, como consecuencia de haber trasegado litros de anisados o aguardientes de Cazalla.

Porque Cazalla, si es conocida por algo, es por sus anisados y aguardientes. Pero no es lo único que tiene esta bonita localidad de la sierra sevillana (léase con voz de No-Do), pues abundan aquí cual florecillas silvestres las iglesias, conventos y ermitas, como por ejemplo, la muy famosa de Nuestra Señora del Monte. Y no acaban ahí sus atractivos, pues es esta ciudad también productora de aceites y derivados del cerdo ibérico (¡Aaayyyyy! Me relamo de gusto, na más de pensarlo).

Aquí estaré, señoras y señores, al fresquito de la sierra, hasta entradito septiembre. Por supuesto que recibirán puntualmente en sus pantallas mis crónicas cazalleras.

Y nada más. Me pongo en camino. A ver si llego a tiempo para la romería de Nuestra Señora del Monte y coincido con María del Ídem.



PD. Las etiquetas de Cazalla, preciosísimas ellas, son de la web turística del Ayuntamiento. ¿Por qué demonios no le pondrán la tilde a la i de "anís"?

jueves, 12 de agosto de 2010

El informe de Brodeck (5): Remate y párrafos selectos

Aunque el Informe empieza con un asesinato, no encaja en lo que entendemos por novela negra. Con todo, Philippe Claudel ha cultivado el género policial con su novela Almas grises (Salamandra 2005), de la que luego Yves Angelo hizo una película. El mismo Claudel dirigió Hace mucho que te quiero en 2008.

Ese comienzo con un asesinato colectivo, casi ritual, en un albergue-taberna, me hizo pensar de inmediato en Lituma en Los Andes, de Mario Vargas Llosa. Y no sólo pensé en Lituma al comienzo, sino cada vez que los hombres de la aldea, los Dorfmenschen, se reunían en su peculiar asamblea, un tanto iniciática, en la tasca de Schloss (1) y mucho más cuando, en una de ésas, invitan a Brodeck a participar en el conciliábulo y, al verlo aproximarse temerosamente, le dicen: Acércate, Brodeck, que no te vamos a comer.

Como ya sabéis que detesto los finales felices, me encanta que el cuento de hadas deje al final un regusto amargo, al estilo de los relatos crueles de Guy de Maupassant, en los que el horror no tiene remedio, nada cambia nunca, la felicidad puede que sea sólo una quimera y la única solución es huir. Sí, pero, en el caso de Brodeck, la huida es hacia una luz pequeñita al final del túnel, mientas su esposa le aprieta la mano suave y cariñosamente.

Y, en fin, para acabar, ahí van los párrafos selectos. La traducción es mía, así que no los busquéis palabra por palabra en la edición española.
"Los hombres viven un poco como los ciegos y generalmente con eso tienen bastante. Es más; diría incluso que eso es lo que buscan: evitar quebraderos de cabeza, llenarse elestómago, dormir, vaciarse entre los muslos de su mujer cuando la sangre se les pone caliente y luego morir sin saber muy bien qué les espera después."
"Los cerdos son capaces de comerse a sus semejantes, a su propia carne; no le harían ascos, no notarían la diferencia. Mastican, tragan, cagan y vuelven a empezar; así hasta el infinito. No se aburren jamás. Y todo les parece bien. Comen de todo. Y no se hacen preguntas. No piensan. No tienen remordimientos. Viven sin más. No tienen pasado. ¿Al final será que los cerdos tienen razón?"
"Ser el único inocente entre miles de culpables es lo mismo que ser el único culpable entre miles de inocentes."
"¿No será que la Historia es una gran verdad compuesta de millones de mentiras individuales, cosidas unas a otras como en una vieja colcha?"
"Hace ya mucho tiempo que huyo de las multitudes. Las evito, porque sé que todo o casi todo viene de ellas. Me refiero a todo o malo, las guerras y todos los cráteres, todos los agujeros negros que han abierto en las cabezas de los hombres. Yo los he visto cometer atrocidades cuando saben que no están solos, que pueden difuminarse, disolverse en una masa que los engloba y los sobrepasa, una masa compuesta de miles de rostros tallados a su propia imagen. Entonces puede decirse que la culpa es de quien los empuja, los exhorta o los hace bailar como peonzas, títeres o juguetes, que las multitudes no tienen conciencia de sus actos, de su futuro ni de su devenir. Todo eso es falso. La verdad es que la multitud es un monstruo, un enorme cuerpo compuesto de miles de cuerpos perfectamente conscientes. Y no hay multidudes dichosas ni plácidas. Incluso en las risas, las sonrisas, la música y las cancioncillas hay sangre que se recalienta, se agita, se retuerce sobre sí misma y se vuelve loca en su propio torbellino."
(1) Schloss en alemán quiere decir 'castillo'. ¿Significa algo esto o se me ha ido ya la horquilla y veo símbolos donde no los hay?

Technorati tags

martes, 10 de agosto de 2010

El informe de Brodeck (4): El horror

La guerra lo desbarata todo. Da extraños golpes, como en el juego de billar, y hace que los humanos, como las bolas, sigan trayectorias disparatadas, inesperadas, que vayan a parar a lugares extraños arrastrando heridas, secuelas, que no hacen sino multipicar el sufrimiento y convertir así la guerra en algo permanente, en un flujo cotidiano de violencia y horror.

La guerra es una gran mano que sacude el mundo. Es el triunfo del mediocre; el criminal se convierte en santo y nos prosternamos ante él, lo aclamamos, lo adulamos.

La guerra hace aflorar lo peor de cada cual y lo peor de todo puede que sea el miedo, porque lo justifica todo. El miedo es la más poderosa arma de dominación masiva. Es capaz de todas las bajezas, de todas las ignominias. Convierte a los humanos en monstruos.

El miedo domina el mundo. Agarra a los hombres por los testículos y de vez en cuando aprieta para que recuerden que puede aniquilarlos, si quiere.

El miedo empieza siendo recelo, desconfianza hacia lo nuevo, lo extraño, lo distinto, lo ajeno. Entonces, la ignorancia y la pereza mental ayudan a convertir al extranjero en culpable de nuestros males.

"La ignorancia vence siempre", dice uno de los amigos intelectuales de Brodeck.

La idiotez es una enfermedad que encaja muy bien con el miedo. Se engrasan mutuamente y crean una gangrena que se propaga sin freno.


Al pueblecito de Brodeck, con el espíritu todavía enfermo por la guerra y la deportación, llega un buen día un forastero. Nadie sabe cómo se llama; le dicen el Anderer ('el otro', en alemán). Todo en él es extraño: su aspecto, su carreta, su burro y su caballo. Su llegada deja a los aldeanos estupefactos, como cuando Truman Capote llegó a Palamós en 1960, con sus gatos, sus maletas y su novio.

El Anderer es diferente, vive diferente, se comporta diferente. Y eso, como decía, despierta primero la desconfianza y luego el miedo, un miedo que ya estaba en los espíritus de los lugareños y que sólo necesita excusas para espabilarse y volver a poner en marcha el engranaje de la intolerancia y del odio.

El Anderer les resulta detestable porque es un espejo: en él ven reflejados sus verdaderos rostros. Y no se gustan, pero en vez de adornarse o corregirse, prefieren romper el espejo.

En la foto, La grande guerre, de René Magritte.

Technorati tags

domingo, 8 de agosto de 2010

El informe de Brodeck (3): De mujeres y hombres

También las mujeres de el Informe son "fabulosas" y corresponden bastante exactamente a los estereotipos de los cuentos de hadas: está la buena madre, la bella esposa y la dulce hijita; la bruja sabia; las tres pobres muchachas victimillas y la mala malvada, zorra implacable y "devoradora de almas". Las tres primeras, sobre todo, son los ángeles del relato, los personajes de luz, de esperanza, tan bondadosos y celestiales que una acaba por dudar de su existencia real, pues Claudel dosifica hábilmente la ambigüedad y nos infunde la sospecha de que Brodeck las ha imaginado para poder soportar el horror.

Brodeck ama a las mujeres, pero prefiere la compañía de los hombres, especialmente de los intelectuales, porque siempre está queriendo aprender y le gusta codearse con profesores, estudiantes universitarios, maestros, sacerdotes y con el misterioso Anderer, claro. Sólo hay, como digo, una mujer sabia en el relato, pero no es una intelectual, sino más bien una bruja buena, una hechicera que lo sabe todo sobre hierbas. La sabiduría de las mujeres es otra.

Los intelectuales, con todo, no salen bien parados. Todos sus conocimientos, toda su erudición, no les sirvió para predecir ni evitar el horror, no salvó a nadie, ni siquiera se salvaron a sí mismos.
Nösel era capaz de leer en griego clásico, latín, árabe, arameo y ruso, pero incapaz de mirar por la ventana ni de sacar la nariz de su libro mientras caminaba por las calles. Era ciego para el mundo.
Tampoco salen mejor parados los hombres del pueblo. Siguiendo con las metáforas campestres, la mayoría se presenta mediante animales: uno se parece a los cerdos que cría, otro a sus gallos y, en general, perros, zorros, pájaros y mariposas sirven de alegoría del comportamiento humano, con un simbolismo que muchas veces se nos escapa a quienes nos hemos criado en el asfalto.
Otras veces la alegoría no es animal, sino iconográfica: el herrero del pueblo,por ejemplo, se llama Gott, viste como en La fragua de Vulcano de Velázquez y luce una barba roja como una zarza en llamas.

La foto, de Flickr, es de Agustín C. Barranco.

Technorati tags

sábado, 7 de agosto de 2010

El informe de Brodeck (2): La fábula

Decíamos ayer que la principal novedad del Informe es que nos cuenta la historia de la deportación y el holocausto en tono de fábula, como si fuera un cuentito de hadas que pudiera suceder en cualquier época y en cualquier parte.

No es tanta la imprecisión temporal, pues varias veces se hace clara referencia a las dos guerras mundiales. Mucho mayor es la imprecisión espacial. La acción se centra en un pueblecito que está en todas partes y en ninguna. Los detallitos que nos va dejando Brodeck-Claudel nos sitúan en algún lugar del Este de Francia, cerca de la frontera con Alemania, eso sí, pero también podría tratarse de Suiza, Polonia, Chequia o Austria. A veces se reifiere Brodeck a la ciudad de S., que podría ser (E)Strasbourg(o), y cuando habla de "la Capital", detalla plazas, calles y teatros que he buscado como loca en Google para no llegar a ninguna parte.

Lo que sí queda muy claro es que todos los personajes, también los más o menos extranjeros, también los invasores, hablan la misma lengua: distintas variedades dialectales del alemán, perfectamente permeables entre sí. No es la lengua, pues, lo que separa a estas gentes. Claudel lo recalca varias veces y eso a una lingüista le dice algo. No sé muy bien qué, pero algo dice.

Ayudan a la sensación de fábula los personajes un tanto caricaturescos, que nos recuerdan a ogros y a brujas. Sin embargo, al narrador, a Brodeck, nos lo creemos, su voz se nos hace real, porque está perfectamente ambientada y tonificada. No da un paso en falso; para expresarse, recurre a imágenes rurales (de piel roja como las cerezas silvestres que maduran en junio; los últimos días de septiembre habían sido cálidos como hornos de panadería), olores (aquel vino olía a pimienta, naranja, clavo y anís estrellado; el aire frío traía aromas de hoguera, musgo y sotobosque) y sabores (me preparó una infusión en la que reconocí el sabor del tomillo, la menta y la siempreviva; dejaba en la boca cierto gusto a cuero, a humo y a salazón; las traducciones son mías).

Todavía tengo más cosas que contaros sobre Brodeck y su Informe. Hasta la próxima.

El mapa de Europa de 1945 lo he copiado de http://socibooks.files.wordpress.com/2009/05/mapa-europa-1945.jpg

Technorati tags

jueves, 5 de agosto de 2010

El informe de Brodeck (1)

Yo no busqué a Brodeck; él me encontró a mí. La novela llegó a mis manos por casualidad y la leí con espíritu totalmente naif: sin saber nada de ella ni de su autor, Philippe Claudel, a pesar de que es relativamente conocidillo en Francia, donde Le rapport de Brodeck ha tenido bastante éxito. Apenas he encontrado en la red una crítica negativa y, además, recibió el premio Goncourt de los estudiantes de enseñanzas medias, que no sé cómo se otorga. Habrá que investigar.

Podría decirse que ha vuelto a ponerse de moda el holocausto en la literatura francesa, si es que alguna vez ha dejado de estarlo, porque los franceses no olvidan. Más que el holocausto, lo suyo es la ocupación y la deportación, pero esa herida la tienen todavía abierta y supura. Decía lo de la moda porque poco antes triunfó Jonathan Littell con Las benévolas y también Amélie Nothomb con Ácido sulfúrico. Parece que la Segunda Guerra Mundial y sus añadidos de horror y culpa son un filón todavía sin agotar en la literatura, el cine y la televisión, al menos en Europa.

Lo novedoso del Informe es que evoca el horror con un estilo nuevo, no a la manera tradicional de testimonio o documento, sino adoptando las formas de un cuento de hadas, una fábula universal e intemporal.

Lo que más he valorado en esta novela es su construcción virtuosa, porque, como ya os he dicho alguna vez, creo que lo más difícil de la creación literaria es construir un edificio en el que todo encaje. Claudel se arriesga a desbaratar la historia, a saltar del presente al pasado y de ahí al pretérito anterior y al futuro de subjuntivo, entrelaza minirrelatos, rompe la línea narrativa para dar voz a variados personajes y le sale bien, porque no nos perdemos en la historia, no queda embrollada, fluye ligera en contraste con la gravedad de lo que narra.

Tengo más cosas que contar sobre Brodeck y su informe, pero las voy a dejar para otro capitulito.

Technorati tags

martes, 3 de agosto de 2010

B-NY-B (y 5): Últimas cositas sueltas y párrafos selectos

Enlaza con el espíritu fragmentario de la novela esto que voy a hacer: soltar comentarios inconexos de cosas que se me han ido ocurriendo mientras leía y que me apetece exponer a vuestra opinión.

Ya os he dicho que B-NY-B parte de un mundo pequeño, tan pequeño como la villa de Bilbao, de manera que algunos de los personajes reales que hace aparecer por ahí son gente que conozco. Y no me refiero al pintor Aurelio Arteta ni al arquitecto Ricardo Bastida, que tienen entrada en la Wikipedia, sino a gente bastante menos conocida que Uribe ha reciclado para su novela, de manera que la lista final de agradecimientos se me ha convertido en un "who is who" y en motivo de cotilleo ("¡Anda! ¡Mira quién sale por aquí! ¡Fíjate!") y me ha hecho pensar qué se sentirá al verse convertido en personaje de una novela que ha parado en manos de tanta gente y ha hecho que sepan de tu existencia: "Salgo en una novela, ¡jopéeee!" Tiene que ser fuerte, ¿no?

Me quedo con la curiosidad de leer en castellano ciertas partes de B-NY-B, por saber si resultan tan ñoñas como algunos criticaban y por saber también cómo ha resuelto la traductora los pasajes en los que Eneko Barrutia confecciona su diccionario y salta con sus entrevistados de una lengua a otra. Me gustaría saber cómo transvasa a otra lengua la reflexón sobre la propia lengua, un ejercicio de traducción muy muy bonito que para mí lo quisiera.
 
Ese interés por guardar las palabras (lo comparto: por eso mi Vocabulario Caduco) es parte de un afán más general por conservar el recuerdo de lo que desaparece. Porque, con el modo de vida de los pescadores, se va su habla, sus palabras, sus expresiones. Con las generaciones se van sus dichos, sus significantes y a veces también sus significados y esto sirve para el lenguaje oral y para el lenguaje corporal, porque tambien desaparecen los gestos, los ademanes, cierta expresividad no verbal que en ocasiones tiene que ver con lo tabú. Y eso es mucho más difícil de guardar y mucho más fácil de olvidar.

En B-NY-B sale de refilón ETA y excepcionalmente me gusta cómo sale. Digo excepcionalmente porque ETA es algo que me toca muy de cerca y me escuece mucho, así que, casi siempre que aparece en alguna novela o peli, se me llevan los demonios y acabo lanzando exabruptos y palabras feas. Supongo que lo mismo les sucederá a las colombianas y colombianos cuando leen a Vallejo, al que yo, sin embargo, adoro porque lo que cuenta me queda lejos lejísimos.

Me gusta lo que narra Uribe sobre ETA porque expresa con mesura el cansancio de una generación que puede ser la mía: la de quienes hemos vivido con ETA desde que tenemos uso de razón, si no desde que nacimos o nos concibieron. Uribe cuenta con sobriedad y eficacia el alboroto (político, social, mediático) que sigue a cada atentado y cómo después todo permanece igual y nos quedamos a la espera del siguiente sobresalto, sin esperanza de que nada cambie, sin atrevernos casi a imaginar cómo serían nuestras vidas sin ETA.

Acabo ya, pues, con un par de párrafos selectos. La traducción es mía, así que no los busquéis literalmente en la versión en español.


Vamos con ellos.


Una de las leyes de la narratividad dice que sólo hay que contar una parte de la verdad. Tiene que ser así, pues, si no, el relato no funciona.
Qué razón tienes, Uribe, hijo mío. Y no sólo en literatura es siempre recomendable tijeretear, recortar, pulir, limar.


Tampoco la muerte enseña nunca sus cartas.

No sé qué demonios quiere decir, pero ¿a que suena bien?

En la foto, de Begocris's Blog, os he puesto la Alhóndiga de Bilbao, obra del arquitecto Ricardo Bastida.



Technorati tags

domingo, 1 de agosto de 2010

B-NY-B (4): La famiglia

Decíamos ayer que B-NY-B sólo tocaba lo universal y lo muy local y qué más local, privado y cercano que la familia. Sale mucho la familia en esta novela. No sólo la del autor-personaje, sino también la de otros personajes tan reales como él.

Sale, por ejemplo, desde el principio, con el pintor Aurelio Arteta (1). Tras el bombardeo de Gernika le encargaron pintar un cuadro que diera al mundo noticia de la matanza, pero Arteta lo rechazó porque prefirió reunirse con su familia, que estaba exiliada en México. Uribe se admira de tal decisión, de cómo Arteta antepuso la gente que quería a la creación, quizás a la gloria artísitica, y se pregunta si él mismo sería capaz de hacerlo, con un androcentrismo atroz que no advierte que eso mismo que hizo Arteta es algo que han hecho y hacen millones de mujeres todos los días: anteponer su familia, principalmente sus hijos, pero también sus padres, esposos, hermanos, suegros, a todo, a absolutamente todo, lo demás, a la vida laboral, la vida social, la vida intelectual, la vida.

Si esa decisión que tomó Arteta la hubiera tomado una pintora, Uribe ni se molestaría en mencionarlo. Pero, claro, a una pintora no le habrían hecho el encargo que luego fue a parar a manos de Pablo Picasso.

La familia, como digo, es importante en B-NY-B. En el comienzo Uribe nos adelanta que va a dedicar más atención a su familia paterna, a los Uribe, a pesar de que no sabe demasiado de ellos, porque su padre no contaba gran cosa de los suyos. Sin embargo, de su familia materna sabe montones de historias y anécdotas y nos señala con cierta sorpresa tal desequilibrio.

Uribe, hijo, no te sorprendas tanto, que eso pasa en todas las familias: todos conocemos mejor a nuestra familia materna que a la paterna, todos tenemos más relación con nuestros abuelos, tíos y primos por parte de madre que por parte de padre, porque las familias las crean las mujeres, son ellas las que se molestan y se preocupan por mantener los lazos, por transmitir el conocimiento familiar. En la novela sucede lo mismo: los hombres "cometen las hazañas", pero las mujeres ligan las salsas en las que se cuecen y esas mujeres no son sólo las más cercanas, sino que también abren paso a las de la familia extensa: tías, primas e incluso vecinas.

Porque el sentido de la familia de Uribe es amplio (más que de familia, se trata de un clan, o incluso una tribu, ya que también están ahí las vecinas) y heterodoxo: son familias que ni siquiera necesitan vínculos de sangre, que ni siquiera necesitan ser familia. En varios comentarios sobre la novela he leído que B-NY-B cuenta la historia de tres generaciones. Pues no, no son tres generaciones. Son cuatro, porque también forma parte de la historia, y es una parte muy importante, el hijo de Uribe, que, como dice en el poema final, nació con trece años.

(1) En la foto os he puesto "El puente de Burceña", un cuadro de Arteta que me gusta mucho y está, cómo no, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Technorati tags